Altibajos inmobiliarios
como picos de serrucho
José Luis Rodríguez Flores.
En México gran parte de la población tiene la percepción que la construcción de viviendas y bienes y raíces, o compra-venta de inmuebles siempre se convierte en un gran negocio; y, en parte esta interesante actividad que resulta ser uno de los indicadores de la economía -cuando la economía está creciendo la construcción aumenta pero cuando la economía entra en recesión, la construcción es de lo primero que lo reciente- es como todos los oficios, puede ser o no un buen negocio, para algunos puede resultar bastante productivo si los manejan con prudencia, pero también como muchas otras actividades comerciales, en ciertos momentos puede complicarse y presentar desde una crisis de falta de liquidez, o la declaratoria de concurso mercantil, y en ciertos casos ha llegado a la declaratoria de quiebra de algunas empresas, como ha sucedido en años recientes con algunas de las grandes desarrolladoras de viviendas en México: GEO, HOMEX, y URBI, la quiebra de Hipotecaria su Casita, y este año de 2016 le ha sucedido a la constructora más grande de México: grupo ICA a punto de entrar en Concurso Mercantil.
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Uno de los más graves problemas que enfrenta la construcción y/o venta de inmuebles es que por períodos medianos o largos no ingresan recursos a la (s) empresas, derivado de esas bajas en los ingresos por periodos medianos o largos, por eso suele comparársele a los altibajos de los bienes y raíces o de la construcción, con los picos de un serrucho, ya que en cierto momento cuando se logran concretar ventas se obtienen recursos importantes, que serían los “dientes” o picos del serrucho, dependiendo de la envergadura de cada empresa o constructora, no obstante lo que ingresó a la empresa, luego se tiene que volver a reinvertir para intentar seguir creciendo, y es donde en ciertos momentos pueden complicársele a estas compañías de la construcción y bienes y raíces, y es cuando ocurren o tienen las curvas de bajadas de los “dientes” del serrucho.
El periódico La Jornada, en artículo del 24 de mayo de 2013, publicaba que las tres grandes constructoras en México, GEO, HOMEX, y URBI, estaban en grandes apuros y con posibilidad de ir a bancarrota; luego la constructora GEO en marzo de 2014, presentó su declaración de concurso mercantil ante el Juzgado Sexto de Distrito en materia Civil del Distrito Federal y declaró fundada la petición de la constructora y 15 de sus filiales. En el medio informativo Arena Pública de fecha 29/05/2013 relata en el artículo Hipotecas tóxicas en México lo que provocó la fuerte crisis financiera que a la postre llevó a Hipotecaria Su Casita, Sociedad Hipotecaria Federal a la quiebra, con un ambicioso proyecto puesto en marcha en el año 2010 en San Pedro Atzompan, municipio de Tecamac, Estado de México; Urbi, Deutsche Bank e Hipotecaria Su Casita iniciaron una costosa aventura: la construcción de 8 mil 407 viviendas en un predio que se ubicaba a 90 minutos de la Ciudad de México; en donde no se construyeron centros comerciales y que en menos de tres años fracasó, en casi todos los casos.
Luego tras dos años de juicio, la Juez Octava de Distrito en Materia Civil del Distrito Federal Emma Gaspar Santana, oficialmente declaró procedente la quiebra de Hipotecaria su Casita al haberse declarado en autos que dicha comerciante de acuerdo con lo dispuesto con el artículo 10 de la ley de Concursos Mercantiles, incurrió en incumplimiento generalizado de sus obligaciones por lo que el 12 de diciembre de 2012 se le declara en quiebra.
Para tener una idea más clara de los altibajos, que son como los picos del serrucho, veamos lo que les ha sucedió a las más grandes constructoras de México, por ejemplo Ingenieros Civiles Asociados (ICA) que preside o presidía Bernardo Quintana recientemente en boletín emitido por la misma ICA fechado el 2 de mayo de 2016, declaró una pérdida consolidada de 19 mil 764 millones de pesos respecto del ejercicio concluido de 2015. En consecuencia de lo anterior, la empresa ICA -según artículo en Expansión en alianza con CNN- reconoció que no tiene dinero para pagar sus compromisos y que sus fuertes pasivos en dólares han hecho que las acciones rueden por los suelos llegando a cotizarse en hasta 1.7 pesos por papel; al día 20 de mayo de 2016, ha despedido a 13 mil 500 trabajadores y está por declararse en Concurso Mercantil, siguiendo los pasos de las otras grandes constructoras mexicanas, como lo son GEO, HOMEX, y URBI entre otras de las grandes en problemas.
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